BSC: El Ídolo del Ecuador, se resiste a descender, ganó a Macará.

Parecía que habían alcanzado el campeonato. Los jugadores de Barcelona se abrazaban entre ellos. José Luis Perlaza se tomaba el rostro y lloraba de la felicidad. En los graderíos, los hinchas canarios no se cansaban de alentar a todo pulmón al equipo de sus amores.Se vivía una fiesta en el Bellavista. Barcelona, a dos fechas de la culminación de la segunda etapa, pudo dejar la zona de descenso gracias al gol diferencia.

Uno de los más contentos era el técnico argentino Juan Manuel Llop. Al fin pudo saborear las mieles de un triunfo como visitantes en la presente fase del torneo. El cuadro guayaquileño salió al gramado del escenario deportivo del Tungurahua con vocación ofensiva. Se habían jugado apenas dos minutos y los atacantes toreros ya levantaron de los asientos a cerca de ocho mil seguidores amarillos dos veces. Primero fue Juan Samudio con un sombrerito que fue rechazado por el golero Juan Molina. Luego, Narciso Mina se demoró en definir y permitió la reacción del portero del conjunto ambateñoMacará también respondía con disparos de media distancia.

Tras un tiro de esquina, a los 70 minutos, el paraguayo Juan Samudio pudo superar la marca de sus rivales y con golpe de cabeza puso el empate. Era un punto que no le ayudaba mucho al plantel amarillo, por lo que siguió atacando. Pero el gol no llegaba y los minutos pasaban. El cuarto juez ya indicó la pancarta de los tres minutos de adición, y algunos hinchas celestes empezaron a buscar las puertas de salida. Sin embargo, nuevamente tras un tiro de esquina, apareció uno de los jugadores más criticados dentro de la nómina canaria para poner el tanto de la victoria. El defensa amarillo José Luis Perlaza aprovechó su gran estatura y con golpe de cabeza anotó el gol del triunfo. A partir de ese momento la alegría reinó en los graderíos destinados a los visitantes. Aunque, los últimos segundos se vivieron con mucha agonía.

Solo con el pitazo de Tomás Alarcón, señalando el final del compromiso, jugadores, hinchas y directivos pudieron respirar tranquilos...