EXÁMENES de GRADO..!!

La preparación de los EXÁMENES DE GRADO no se limita a los días previos sino que comienza el primer día de curso y hay que irla realizando de manera continuada durante todo el curso.
Dejar la preparación para los últimos días es tener muchas probabilidades de fracasar.
Debes fijarte un ritmo de estudio (su "velocidad de crucero") que comenzará a poner en práctica el primer día de curso. Lógicamente cuando se acerquen los exámenes tendrá que intensificar este ritmo.
Si durante el curso basta con dedicar diariamente 2 / 3 horas al estudio, en las fechas previas a los exámenes habrá que encerrarse "literalmente" en casa y dedicarse de lleno.
Si durante el curso es suficiente los fines de semana dedicar una mínima parte al estudio, ahora el sábado y el domingo serán días exclusivamente de estudio.
El haber llevado una buena planificación durante el curso permite llegar a los exámenes sin agobios, con una buena preparación, con los conocimientos asimilados.
Esto permite que, aunque en estas fechas haya que intensificar el ritmo de estudio, se pueda (y se deba) respetar el descanso.
El estudiante podrá mantener sus horas de sueño, algo que es esencial para estar en plena forma y rendir al máximo en los exámenes.
Una planificación acertada permitirá que en tiempos de exámenes el estudiante se pueda centrar en repasar, en afianzar los conocimientos ya aprendidos, y no en tratar a última hora, de prisa y corriendo, de estudiar aquello que no se hizo en su momento.
En fechas de exámenes el estudiante debe dar al menos 2 repasos a la asignatura.
El penúltimo repaso llevará algunos días, dependiendo de la dificultad de la materia, mientras que el último repaso se debe realizar en los dos días anteriores al examen.
Esto sólo se podrán cumplir si durante el curso se ha llevado la asignatura al día; si no ha sido así resultará materialmente imposible.
En su planificación a comienzos de curso el estudiante debe estimar de cuantos días dispondrá antes de cada examen y en función de ellos llevar las asignaturas convenientemente preparadas.
En los días previos al examen el estudiante debe hacer un esfuerzo por combatir la ansiedad.
Un buen método es despreocuparse por el posible resultado de la prueba y en cambio sí preocuparse por hacer todo lo posible.
Debe tratar de pensar en positivo: he trabajado, me he esforzado, he preparado el examen con rigor, probablemente apruebe y en caso de que no sea así, siempre tendré otra oportunidad.
El día anterior al examen hay que preparar todo el material que se va a necesitar: un par de bolígrafos (uno de ellos de repuesto), lápices, goma, sacapuntas, calculadora, juego de reglas y compás, etc.
Hay que evitar sorpresas de última hora (la calculadora no funciona, el bolígrafo se ha terminado en mitad de la prueba, etc.) que aumenten el nerviosismo.
En la noche previa al examen es fundamental descansar. No se debe "robar" ni una sola hora al sueño ya que el cansancio puede ser un enemigo terrible durante el examen.
Aunque el estudiante pueda pensar que con un par de horas más aumentan sus probabilidades de aprobado, el efecto es justamente el contrario: una hora menos de sueño conlleva ir menos fresco, con la cabeza cargada, lo que dificultará nuestro rendimiento.
El día del examen no se debe repasar nada, como mucho mirar por encima las fichas resúmenes con los esquemas de las distintas lecciones.  Debe llevar un ritmo relajado: levantarse temprano, tomar tranquilamente un buen desayuno, ir con tiempo al examen, sin prisas, etc.
Si el examen es por la tarde hay que cuidar la comida, que sea suficiente pero no excesiva; por supuesto nada de alcohol. También hay que cuidar el consumo de café: tomar lo necesario para ir despejado, pero sin abusar.
Si haces las cosas Planificadamente… El Éxito estará muy cerca.