Guayaquil, 2 Premios Star Diamond

Asia de Cuba. Sabores del Lejano Oriente y Latinoamérica son la carta de presentación de este local.

Llegó de anonimato a servirse un plato. Nueve meses más tarde, Karen Lynn, representante de La Academia Americana de Ciencias de la Hospitalidad, regresó al restaurante Asia de Cuba, ubicado en Dátiles 205 y la Primera, Urdesa, con una carta en su mano. El restaurante estaba nominado para un premio.

La noticia tomó por sorpresa a Henry Huerta, gerente general y propietario del local. Si la nominación lo maravilló, el resultado lo dejó sin aliento. Jamás imaginó ganar el mencionado premio.

Se trata del “Star Diamond Award”, un reconocimiento a los establecimientos de mayor calidad en el mundo. Dos de ellos, con sede en Guayaquil, se codean ahora con los más lujosos, innovadores y prestigiosos comedores de ciudades como Nueva York, París y Tokio.

“Es como en los Oscar (los premios de la Academia) cuando nominan a 6 personas y cinco regresan trompudas a la casa sin el premio. Yo fui el sexto”, dijo con una sonrisa que no le cabía en el rostro. Y no es para menos, pues dos de sus locales fueron premiados.

Además de Asia de Cuba, el otro galardonado fue Tantra, ubicado en el centro comercial Riocentro Entre Ríos, en la vía Samborondón. Este recibió la misma condecoración del jurado de la Academia.

“No se trata de un negocio, por lo que no hay un número exacto de premios que debemos entregar. Este galardón lo reciben solo los mejores restaurantes”, explicó Karen Lynn, una delgada y esbelta estadounidense que vino desde Nueva York, donde está ubicada la sede de la organización que representa, a entregar en persona los reconocimientos.

Según la experta en las artes culinarias, “los restaurantes cumplen al 100 por ciento con los estándares internacionales del buen comer”, por lo que se hicieron merecedores a una mención que en anteriores ocasiones había sido entregada a restaurantes de propiedad del magnate Donald Trump.

Para los futuros meseros, cantineros y chefs de los restaurantes aspirantes a este prestigioso premio les queda una lección: La próxima vez que una desconocida entre a sus locales debe ser tratada como realeza. Uno nunca sabe si ella puede ser Karen Lynn.

FELICITACIONES A LOS EMPRESARIOS GASTRONÓMICOS